La semana que dedicamos a jugar con el miedo llegó a su fin.
Los comienzos... inciertos, con algún temor, con alguna reserva. Siempre, la primerita en llegar es MARUJINA. Este año, se hizo esperar, hasta los niñ@s de Infantil en el patio, la llamaban a voces porque supieron que tuvo problemillas con el avión, luego llegó a Avilés, pero el taxi... en fín; que se hizo esperar...
Cuando llegó, empezaron los nervios, la emoción.
Que si habla, que si no... A Marujina, la hay que escuchar en silencio y para dentro, muy para dentro porque si no no te enteras mucho de lo que quiere decir, pero bueno los gatinos, no la dejan sola... eso ya quiere decir cosas...
Ya luego, poco a poco, el pasillo fue llenándose de personajes que humanizamos y naturalizamos hasta que ya no les chocaba nada. Los personajes, en su mayoría los colocamos tod@s junt@s.
Vino también la prima de Marujina,RAMONA.Supimos que venía porque llegó primero su maleta. Ya luego apareció ella. Dormía tooodo el día y tenía las manos más feas del mundo mundial, pero que se aguante...
Pusimos los murciélagos que hicimos con tanto arte y estilo, en el pasillo, con la bola de ver el futuro, incluso el pasado y sobre todo el presente, de Marujina. Si se tocaba... puff parecía que nos iba a dejar tiesin@s, pero no...
También colgamos el espectro de JULIETA transparente y translucida, le pusimos una peluquina, para que estuviese más guapetona.
En esi castillu... ¿cómo no iban a aparecer fantasmas para poder vivir en él?
Tuvimos los zapatos y los leotardos que rellenamos en clase. Antes de nada, lo que les apeteció (a los zapatos) fue bailar sevillanas... que también bailamos. Después ya... se fueron a meter mieduco, a nosotr@s no, a otr@s...
Bueno... ¿y la MOMIA? También la tuvimos en clase, ayudó Adriana a transportarla, la tocamos, la pusimos de pie, intentamos sentarla.... ¡Ta toa tonta!, la tuvimos que echar, y luego para que estuviera más molona, le pusimos una peluca de payaso... nos reímos un poco... y con las mismas, ya ayudando tod@s la llevamos para el pasillo y la tapamos un poquitín...
También querían que viniera el prisionero... y el prisionero llegó. Qué contentin@s se pusieron... algun@s, otros lo tocaron, le llamaron malón....
Ay!! que se me olvidaba TERESINA, TERESA... bueno ya no sé.
Cayetana, se enamoró de ella a primera vista.
Luego, empezamos a disfrazarnos de fantasmas...
Por fin, ya le tocó el turno a Teresa. La disfrazamos y la llevamos para el pasillo.
Como ya es un clásico... Julieta con su supercuchillo nos dió a elegir lo que queríamos que nos cortase: una mano, un brazo, un pie, una pierna, bueno anda, también un dedín...
Al principio, sobre todo los de tres años, no estaban muy conformes, pero después... pasaron a cortarse tod@s. Gracias a eso pudimos decorar las paredes de la entrada...
Pusimos más cosas, pero ya no tenían mucha importancia porque el pasillo "el terror tres pitines" ya estaba integrado y naturalizado en nuestro espacio.
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